
No tengas miedo, no estoy yo aquí que soy tu madre?

La Rosa de Guadalupe
Así habló e instruyó sobre la vida interior La Santísima Virgen a Santa Faustina: La verdadera grandeza del alma consiste en amar a Dios y humillarse en su presencia, olvidarse por completo de sí mismo y tenerse por nada, porque el Señor es grande, pero se complace sólo en los humildes mientras rechaza siempre a los soberbios.
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Misericordia Divina

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