Cuarto día
Hoy tráeme a los paganos y a aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón.
Sumérgelos en el mar de mi misericordia.
Jesús compasivo, que eres la luz del mundo entero.
Acoge en la morada de tu piadoso Corazón a los paganos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia los iluminen para que también ellos, unidos a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no los dejes salir de la morada de compasivo corazón.
Padre eterno, mira con misericordia a los paganos y a los que todavía no te conocen, pero que se encuentran en el compasivo Corazón de Jesús. Atráelos hacia la luz del evangelio. Ellos desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellos ensalcen la generosidad de tú misericordia por los siglos de los siglos.
Amén.
(Se reza la coronilla).
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